El alto grado de diferenciación de nuestras sociedades, es una característica fundamental de la actual era globalizante. El desarrollo tecnológico, el ascenso modernizante así como la cada vez más marcada división del trabajo, exigen profesionales cada vez más cualificados para enfrentar los retos que exige el naciente milenio. En la sociedad regional, particularmente en la Universidad Nariño y su comunidad estudiantil, se evidencia que este conjunto de elementos sociológicos se vinculan directamente con esos procesos de globalización. Es justamente el compromiso social de la Universidad y su responsabilidad histórica, en la formación técnica y ética de sus estudiantes proyectándolos como ciudadanos, uno de los principales medios para enfrentar con éxito estos procesos desafiantes.

Partiendo de la importancia que tiene la relación recíproca entre universidad-región, y la responsabilidad histórica que asume el alma mater en la formación del humanitas con el fin último de entregar a la sociedad regional talentos humanos, técnicos y profesionales, en una palabra ciudadanos y ciudadanas éticos, es preciso abordar las concepciones que la población estudiantil tiene respecto a las dinámicas de la vida estudiantil universitaria. Esto con el propósito de orientar y sobre todo, de resignificar la condición estudiantil universitaria, como un concepto sociológico válido a la hora de proyectar ciudadanos y  profesionales éticos a la región. De otra parte, la academia en el contexto universitario se constituye en la esencia del quehacer institucional en torno al cual giran, entre otros aspectos, el pensamiento y la vitalidad del intelecto estudiantil. Articulada a está dinámica se encuentra la premisa que exalta una  cultura universitaria, en la cual el rol de la Universidad se enfoca hacia la responsabilidad histórica de educar a la persona, al ciudadano/a y al profesional.

En este sentido, el proyecto “La Vida Universitaria: Exaltación de la condición estudiantil universitaria”, invita a indagar, cuál es el rol que cumple el estudiantado como constituyente esencial de una cultura universitaria que se proyecta hacía la moderna sociedad. En síntesis, la exaltación de la condición estudiantil en el contexto de la vida universitaria a partir de un nutrido diálogo entre teoría y los datos empíricos permite comprender analíticamente, en que consiste asumirse como profesional en formación que se proyécta hacia la configuración de una ciudadanía más critica y coherente para la convivencia en comunidad.